Los muelles helicoidales son los más comunes, ya que son los más utilizados en mecánica.
Por regla general, están hechos de alambre de acero enrollado en forma de hélice cilíndrica o cónica. La forma del alambre de acero puede ser rectangular, circular, cuadrada, etc.
Los muelles helicoidales pueden funcionar por compresión, por tracción o por torsión.
Muelles de compresión
Los muelles helicoidales de compresión están diseñados para acumular fuerzas durante la compresión y ejercerlas en dirección de "empuje". Se construyen en forma helicoidal o cónica paralela.
Normalmente se fabrican con alambres de forma cilíndrica y en casos puntuales, cuando es necesario aplicar mayores fuerzas en espacios reducidos, se utilizan alambres cuadrados, rectangulares o de otras formas especiales.
Muelles de torsión
Los muelles helicoidales de torsión se fabrican para recibir esfuerzos de torsión en sus extremos, es decir, tienen barras que pueden ser rectas o curvas donde se aplica la carga.
Por lo general, están diseñadas casi siempre para trabajar alrededor de un eje, y cuando se someten a cargas laterales, aplicadas a las barras, tienden a enrollar aún más sus espiras.
Estas se producen generalmente con alambres de forma cilíndrica, cuadrada o rectangular u otras formas especiales.
Muelles de Tracción
Los muelles helicoidales son similares a los muelles helicoidales de compresión, sin embargo, necesitan extremos especiales para poder recibir la carga.
Estos extremos se denominan ganchos y pueden tener diversas formas.
Cuando se somete a la acción de una fuerza de tipo "tirón", el espacio entre las espiras aumenta, prolongando su longitud.