La introducción del INVERTER en la automatización industrial ha supuesto un punto de inflexión, dando la posibilidad de regular la velocidad de los motores de inducción y, en particular, de los asíncronos con rotor en cortocircuito (jaula de ardilla), a bajo coste y con relativa sencillez de uso. El accionamiento por medio de un inversor requiere, sin embargo, una predisposición especial del motor, tanto en lo que respecta a los materiales utilizados como a los acabados eléctricos y mecánicos. Además, pueden instalarse en el motor algunos componentes accesorios específicos, como la servoventilación axial, que puede garantizar la correcta refrigeración del motor incluso en caso de funcionamiento prolongado a velocidades inferiores a las nominales, reduciendo también el ruido a las revoluciones máximas. El montaje de un codificador en el eje permite detectar la posición y la velocidad del rotor, haciendo posible la aplicación de técnicas de control vectorial, con prestaciones dinámicas similares a las de los motores de corriente continua. Además del codificador, existen otros tipos de transductores rotativos, como los resolvers o los sensores Hall. En presencia de ciclos de trabajo variables, la temperatura del devanado puede controlarse mediante la instalación de sensores térmicos.
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