Estos sensores pasivos generan su propia señal sinusoidal a la misma velocidad que el paso de los objetivos. La magnitud del nivel de tensión es proporcional a la velocidad del objeto. Se utilizan en una amplia gama de aplicaciones para la detección de la velocidad de objetivos ferrosos. Los objetivos típicos son álabes de turbinas de caudalímetros, engranajes de transmisión de potencia y de distribución, volantes de motores, cabezas de pernos y chaveteros de ejes.
Existen versiones de bajo arrastre para la medición de caudal de fluidos y gases de baja viscosidad. Existen versiones de doble salida para redundancia o accionamiento de dos sistemas. Las versiones criogénicas y de alta temperatura pueden utilizarse a temperaturas de -268°C a +232°C (-450°F a +450°F). Las versiones para temperaturas extremas pueden pedirse especialmente para temperaturas de hasta 450°C (850°F).
También hay disponibles versiones intrínsecamente seguras y a prueba de explosiones/llamas para ubicaciones peligrosas. La salida de este sensor puede convertirse en una señal digital con un amplificador de señal. Este tipo de sensor puede sustituirse normalmente por un sensor de velocidad de reluctancia variable amplificado o de efecto Hall.
APLICACIONES
- Medición de caudal
- Velocidad del motor y del turbo
- Sistemas antibloqueo de frenos (ABS)
- Sistemas de control de tracción
- Velocidad de transporte/proceso
- Entornos aceitosos, húmedos y difíciles
- Alta temperatura / alta presión
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