Los sensores láser inalámbricos para distancias cortas permiten realizar una monitorización de movimientos totalmente sin contacto. Esto es útil, por ejemplo, para grandes portadores de carga (GLT) con un peso elevado, donde otros sensores estarían sujetos a un desgaste excesivo, o para portadores de carga muy pequeños (KLT) con un peso propio demasiado bajo para sensores mecánicos.
Puntos destacados
Sin desgaste gracias a la tecnología de sensores ópticos sin contacto
Montaje sencillo en estanterías estándar convencionales
Fiabilidad del proceso en caso de consultas con características de bajo contraste y superficies reflectantes
Insensibilidad a las interferencias ópticas del entorno industrial
El sensor láser inalámbrico detecta automáticamente en qué posiciones se encuentran los contenedores u otros portadores de carga durante la supervisión sin contacto. Esta información se transmite al sistema de control. El registro permanente desencadena inmediatamente una orden de reposición de material cuando se alcanza el nivel mínimo de existencias.
La distancia se determina midiendo el tiempo de duración un impulso de luz («Optical Time of Flight»). Este principio de medición ofrece la gran ventaja de que el punto de conmutación del sensor solo depende ligeramente del color y del material del objeto. Incluso las condiciones ambientales adversas, como el polvo o la suciedad, apenas influyen en el resultado de la medición. El rango de detección puede configurarse para una distancia de 50 mm hasta 500 mm.