Construidos a partir de cable de termopar, de extensión o de compensación, pueden estar terminados en hilos desnudos o en cualquier tipo de conector.
Las temperaturas de trabajo varían en función del aislamiento del cable, pudiendo ir desde 105 hasta 1200ºC.
Los cables pueden ir agrupados y protegidos por fundas de poliéster (150ºC) o fibra de vidrio (500ºC).
El número máximo de canales dependerá del racor y del tipo de cable elegido.