El cable de cobre es el equipo esencial para cualquier instalación de equipos eléctricos. El uso de hilos con diámetros de 0,10 mm y 0,25 lo convierte en un cable flexible.
Las propiedades del cobre lo convierten en un material ideal para garantizar la integridad de la transferencia de energía. De hecho, ya sea desnudo o estañado, es un conductor eléctrico excepcional, y sus propiedades se aprovechan en muchos ámbitos de la industria eléctrica.
El cobre es un metal raro y se considera semiprecioso. Se considera el mejor conductor entre los metales no preciosos.
Se considera que su conductividad eléctrica es casi un 60% superior a la del aluminio (Al). Este metal también es conocido por tener propiedades antibacterianas extremadamente eficaces, que dejan la superficie de los cables desprovista de cualquier elemento orgánico. Nuestro material se fabrica con el mayor cuidado, para preservar su pureza y no degradar su alto nivel de conductividad eléctrica. Nuestros procesos de fabricación excluyen cualquier tratamiento de la superficie de nuestros cables, evitando su oxidación. En efecto, una superficie oxidada provocaría una pérdida importante de la conductividad del material.
Asimismo, la flexibilidad que aplicamos a nuestros cables de cobre permite un uso muy variado en el ámbito eléctrico, así como una facilidad en su manipulación, su instalación y su uso. Obtenemos así un cable flexible, perfectamente mantenido y que ofrece flexibilidad en todas las direcciones.
Este tipo de cable de cobre puede utilizarse para las conexiones, la fabricación de diversos equipos eléctricos, equipos de protección y puesta a tierra, tomas de corriente, pararrayos, centros de transformación, etc.
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