El rectificado de superficies es un proceso de mecanizado abrasivo que garantiza una gran precisión dimensional y geométrica y, por lo tanto, es ideal para procesar materiales duros. La eliminación repetida de las capas exteriores del material mediante un proceso de rectificado horizontal mejora la calidad geométrica del paralelismo y la planitud y ayuda a reducir las tolerancias.
Nuestros recursos pueden moler piezas con un peso máximo de 6 toneladas y espesores de hasta 1.000 mm, anchos de hasta 1.650 mm y longitudes de hasta 3.000 mm.
Incluso podemos encontrar una solución si sus necesidades van más allá de nuestras capacidades.
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