El zafiro monocristalino tiene una combinación única de excelentes propiedades mecánicas, térmicas, químicas y ópticas. Conserva su alta resistencia a altas temperaturas. También es químicamente inerte a los ácidos y álcalis comunes, incluso a temperaturas elevadas. Combinado con su amplio rango de transmisión, desde el ultravioleta hasta el infrarrojo, es el material ideal para componentes ópticos utilizados en entornos hostiles. La alta conductividad térmica a temperatura criogénica es también una de las características destacadas del zafiro
El zafiro es el segundo material más duro, después del diamante, y es extremadamente duradero y resistente a los arañazos y al desgaste. A menudo se utiliza en la fabricación de piezas y componentes para aplicaciones duras que requieren un alto nivel de resistencia a los arañazos.
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