Protege el ángulo de apertura interior de la puerta evitando, así el pellizco de los dedos entre la puerta y su marco. El cierre se deforma sin hacer esfuerzo. Los extremos del salvadedos se insertan en un bastidor de PVC rígido que se fija a la puerta y/o a la pared con adhesivo, o tornillos si se necesita reforzar.
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