Hay ciertas condiciones en las que los compensadores de goma normales no pueden utilizarse por varias razones, por ejemplo, temperaturas extremadamente altas que alcanzan los 1000°C, tamaño muy grande o forma no estándar. En tales casos, un compensador de tejido resulta ser la mejor solución. Los compensadores de tejido están diseñados para instalaciones de baja presión. Se utilizan principalmente para el aire caliente y frío, los gases de escape y los productos secos sueltos. Compensan perfectamente el desplazamiento térmico y mecánico en diferentes tipos de líneas: conductos de aire caliente, tubos de escape de turbinas de gas, instalaciones de desulfuración de gases de combustión en centrales eléctricas, tuberías y conductos de transferencia de polvo, polvos y productos alimenticios a granel.
Presentan una estructura multicapa. Todas las capas del fuelle compensador, desde el interior hasta el exterior, se seleccionan cuidadosamente para que coincidan con las propiedades de un medio determinado. Están hechas de tejido de poliéster, tejido de fibra de aramida (Kevlar), tejido de fibra de vidrio, fibra cerámica y tejidos impregnados con caucho EPDM, Hypalon (CSM), silicona, Viton, películas o membranas de PTFE, capas de aislamiento térmico, etc. Sin amianto. Se pueden formar en cualquier forma o tamaño. Los fuelles se forman en manguitos rectos y lisos o corrugados, con reducción de diámetro, ensamblados con bridas para formar compensadores rectos o corrugados, etc. Pueden estar diseñados para incluir marcos metálicos de soporte internos o externos para resistir la presión y mantener su forma, con revestimientos de flujo para guiar la corriente dentro del compensador, recomendados para altas velocidades de flujo, para productos abrasivos o polvo, a fin de reducir la acumulación de impurezas en las paredes del fuelle.
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