Las instalaciones geotérmicas son sistemas tecnológicos que permiten aprovechar el calor terrestre para la calefacción/refrigeración de los ambientes y para la producción de agua caliente para uso sanitario e industrial. El calor del suelo se toma del fluido termoconductor que circula por dentro de las sondas geotérmicas y se transfiere a una bomba de calor adecuada que transporta el calor extraído a la temperatura requerida y lo introduce en los circuitos de calefacción.
Las sondas geotérmicas, es decir, tuberías soterradas, pueden ser del siguiente tipo:
horizontal, son tuberías colocadas horizontalmente sobre una gran superficie a una profundidad de aproximadamente 1,50 metros;
vertical, son tuberías instaladas verticalmente a una profundidad normalmente entre 70 y 150 metros.
La elección del tipo de instalación depende de la estratigrafía del terreno, de las dimensiones de las superficies disponibles, de los objetivos correspondientes a las prestaciones que deseamos obtener y de otros aspectos de proyecto.
El aprovechamiento del calor terrestre ofrece una fuente de energía económica e independiente de las condiciones atmosféricas y de las estaciones, renovada continuamente por el calor terrestre y la radiación solar. Esta solución se caracteriza por un bajo impacto medio ambiental (reducción de emisiones de CO2) y ahorro energético (hasta un 75% en los sistemas de calefacción y refrigeración).