En el sector industrial actual, las fuentes de alimentación conmutadas se utilizan casi exclusivamente para alimentar equipos e instalaciones eléctricas; suministran una o más corrientes continuas de salida.
Las diferencias fundamentales radican en el principio del tipo de convertidor. En la mayoría de los casos se utiliza uno de los tres modos de conmutación: transformador de retroceso (hasta aprox. 500 W), convertidores de un solo extremo (hasta aprox. 1000 W) o convertidor push-pull (hasta el rango de kW), dependiendo del rango de potencia.
Para los convertidores push-pull forward se recomiendan transformadores de núcleos de cinta toroidal basados en "VITROPERM" nanocristalino. En comparación con las ferritas, el oscilación por inducción mucho mayor (alto Bs) y las bajas pérdidas magnéticas permiten las siguientes ventajas: menor peso, menor volumen, mayor eficiencia y un rango de temperatura ampliado (hasta 120 °C) con coeficientes negativos.
Estas ventajas son tanto más pronunciadas cuanto mayor es el poder a transferir. Las principales áreas de aplicación son las fuentes de alimentación de kilovatios en tracción (cargadores de baterías y convertidores a bordo, 25... 200 kW, tensiones de aislamiento de hasta 14 kV) y en casi todas las áreas de fuentes de alimentación industriales en la gama de kW, donde la tecnología IGBT se está utilizando cada vez más.
El uso de núcleos de cinta toroidal apilables con alambres litz de alta frecuencia en combinación con carcasas cilíndricas de fundición de altura variable permite un fácil montaje de grandes transformadores a precios interesantes. Las carcasas de aluminio aseguran una buena transferencia de calor.
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