Las bombas de lobulares son bombas de desplazamiento positivo. Su principio de funcionamiento se basa en dos elementos de bombeo —los lóbulos— que giran en sentidos opuestos. Los lóbulos están montados en dos ejes voladizos y su movimiento se sincroniza mediante un engranaje. Los rodamientos de los ejes se encuentran en el interior de la carcasa de la caja de cambios. Cuando los lóbulos giran, aumenta el volumen de la cámara de bombeo en el lado de aspiración; Con ello se genera un efecto de succión que desplaza el medio hacia el interior de la bomba lobular. El movimiento de rotación continúa y el medio queda encerrado en una cavidad formada por los lóbulos y las paredes de la bomba, hasta que vuelve a reducirse el tamaño de la cámara de bombeo y el medio se vuelca en el lado de descarga. En definitiva, la bomba lobular transporta el medio directamente. El diseño de las bombas lobulares tiene simetría especular; por eso pueden bombear en ambos sentidos sin restricciones y son independientes del sentido de giro. Los lóbulos HiFlo, desarrollados en la década de 1990, funcionan sin pulsaciones, garantizando un bombeo con bajas vibraciones y excepcionalmente suave.
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La caja de engranajes de alto rendimiento con engranajes rectos genera presiones de hasta 18 bar con un funcionamiento silencioso inigualable.
El bombeo de baja pulsación reduce al mínimo el desgaste de las tuberías adyacentes.