Depresores verticales
Fabricados, de serie, con diferentes capacidades y caudales, están constituidos por:
- Un depósito vertical de chapa de acero soldada que mantiene perfectamente el vacío.
- Una bomba de vacío con paletas rotativas, cuya selección debe basarse en la capacidad de aspiración y en el grado de vacío requeridos.
- Un vacuóstato digital para la regulación del grado de vacío dentro del cual se debe trabajar.
- Un vacuómetro para la lectura directa del grado de vacío del depósito.
- Un equipo eléctrico de mando, situado en una específica caja metálica hermética.
- Una válvula manual de corte del vacío.
- Un grifo para la descarga del agua de condensación.
El mantenimiento del grado de vacío en el depósito, preconfigurado con el vacuóstato, es completamente automático. El funcionamiento de la bomba puede ser continuo o automático, a petición del usuario.
Los depresores se utilizan normalmente para el servomecanismo de muchas máquinas de vacío y, por razones de seguridad, de manipuladores con ventosas, ya que, en ausencia de corriente eléctrica, permiten que las ventosas permanezcan sujetadas a la carga elevada durante un tiempo directamente proporcional a la capacidad del depósito.
Para el consumo energético, en ambos casos, el uso del depresor resulta extremadamente ventajoso, ya que la bomba entra en funcionamiento solo para restablecer el vacío en el depósito, dentro de los valores preconfigurados, y sus intervenciones dependen exclusivamente de la cantidad de aire efectivamente aspirada durante el uso.