Depresores horizontales
Fabricados, de serie, con diferentes capacidades y caudales, están constituidos por:
- Un depósito horizontal de chapa de acero soldada que mantiene perfectamente el vacío.
- Una bomba de vacío con paletas rotativas, cuya selección debe basarse en la capacidad de aspiración y en el grado de vacío requeridos.
- Un vacuóstato digital para la regulación del grado de vacío dentro del cual se debe trabajar.
- Un vacuómetro para la lectura directa del grado de vacío del depósito.
- Un equipo eléctrico de mando, situado en una específica caja de protección, de plástico para los depósitos de 25 a 50 litros y metálica y hermética para los depósitos de 100 litros en adelante.
- Una válvula manual de corte del vacío.
- Un grifo para la descarga del agua de condensación.
El mantenimiento del grado de vacío en el depósito, preprogramado con el vacuóstato digital, es completamente automático. El funcionamiento de la bomba puede ser continuo o automático, a petición del usuario.
Los depresores se utilizan normalmente para la manipulación con ventosas de cargas particularmente pesadas o de valor, ya que en ausencia de corriente eléctrica, permiten que las ventosas permanezcan sujetadas por cierto tiempo, que puede variar según la capacidad del depósito.
Además, se recomiendan para la conexión de varias máquinas, para la centralización del vacío.
Para el consumo energético, el uso del depresor resulta especialmente ventajoso en ambos casos, ya que la bomba entra en funcionamiento solo cuando la máquina que lo utiliza solicita el vacío.