El agua, que fluye desde su punto más alto, acciona el sinfín hidráulico que convierte la energía hidráulica en energía eléctrica.
Las principales peculiaridades del sinfín hidráulico es la capacidad para utilizar los saltos muy bajos y reducir los flujos, garantizando en todo caso una eficiencia inalcanzable con otras turbinas.
Saltos muy bajos, asegurando un alto rendimiento constante, incluso en caso de fuertes variaciones en el flujo de agua
No es necesario ningún ajuste; el sinfín se ajusta automáticamente a la frecuencia de la red y al caudal de agua