Los sensores de temperatura multipunto miden de forma precisa las temperaturas a distintas ubicaciones a lo largo de la longitud del sensor. Se utilizan en una amplia gama de procesos e instalaciones, principalmente en aplicaciones que implican un proceso grande o complejo en los que se requiere un estricto control de la temperatura. Existen variaciones de temperatura en todos los sistemas, independientemente de los materiales, fluido de trabajo o diseño de sistema. No hay ningún proceso que implique el calentamiento de un medio concreto en el que la temperatura de dicho medio sea consistente constantemente, siempre hay gradientes de temperatura. La detección de temperatura en una única ubicación durante un proceso es aceptable para muchas aplicaciones porque los gradientes de temperatura a menudo son insignificantes. Sin embargo, es necesario que muchas aplicaciones supervisen la temperatura en múltiples ubicaciones para garantizar un proceso seguro, preciso y rentable. La instalación de varios sensores de temperatura independientes puede ser poco práctico debido al coste o a limitaciones de espacio.