La mayor diferencia entre las trituradoras clásicas y las horizontales radica en la alimentación del material. En lugar de un empujador hidráulico, se utiliza una tolva vibratoria extralarga, con una ventaja decisiva: es ideal para alimentar residuos especialmente largos, como listones, madera escuadrada, perfiles o material para tuberías. Aunque las trituradoras horizontales pueden alimentarse manualmente, normalmente colocadas directamente junto a la máquina, vienen con todo lo necesario para un funcionamiento de producción totalmente automatizado. Son extremadamente compactas y robustas, están equipadas de forma óptima para la conexión en red gracias a interfaces de datos de última generación y su mantenimiento es muy sencillo.