El proceso de producción de antocianinas suele constar de varias fases. He aquí un esquema general del proceso:
Selección de la fuente: Las antocianinas pueden obtenerse de diversas fuentes vegetales, como bayas, uvas o flores. La selección de la fuente vegetal depende del tipo y la cantidad deseados de antocianinas.
Recolección: El material vegetal seleccionado se recolecta en la fase de madurez adecuada para garantizar un contenido óptimo de antocianinas.
Extracción: Las antocianinas se extraen del material vegetal utilizando disolventes adecuados, como agua, etanol o una combinación de ambos. El método de extracción puede variar, incluyendo técnicas como la maceración, la percolación o la extracción asistida por ultrasonidos.
Purificación: El extracto crudo obtenido del proceso de extracción puede contener impurezas y otros compuestos. Para separar y aislar las antocianinas se emplean métodos de purificación como la filtración, la centrifugación o la cromatografía.
Concentración: El extracto purificado de antocianinas se concentra para aumentar la concentración de los compuestos deseados. Esto puede lograrse mediante técnicas como la evaporación, la liofilización o el secado por pulverización.
Caracterización: El extracto concentrado de antocianinas se analiza para determinar su composición, pureza y otros parámetros de calidad. Para ello pueden utilizarse técnicas como la espectrofotometría, la cromatografía líquida de alta resolución (HPLC) o la espectrometría de masas.
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