La luteína es un tipo de xantofila y uno de los carotenoides naturales. Normalmente, la luteína coexiste con su isómero, la zeaxantina, y pueden interconvertirse en el organismo. Los seres humanos y los mamíferos deben obtener la luteína de los alimentos. La luteína no es sólo un agente colorante natural, sino también un excelente material para suplementos.
Selección de materias primas:
Las principales materias primas de la luteína son las verduras de hoja verde y los cítricos. A la hora de seleccionarlas, hay que tener en cuenta la calidad y el rendimiento de las materias primas para garantizar que el contenido de luteína en las mismas sea lo suficientemente alto.
Extracción:
La luteína se extrae principalmente por extracción con disolventes. Primero, se pican las materias primas y se añaden al disolvente para remojarlas. A continuación, mediante agitación y calentamiento, el disolvente entra en contacto con la luteína de la materia prima para promover su disolución en el disolvente. Por último, la luteína en el disolvente se separa por filtración y concentración.
Purificación:
Dependiendo del método de extracción y de la pureza deseada, pueden emplearse otros pasos de purificación. Éstas pueden incluir técnicas como la precipitación, la cromatografía o la filtración por membrana para aislar y purificar compuestos específicos.
Concentración:
El extracto filtrado puede someterse a un proceso de concentración para aumentar la concentración de los compuestos deseados. Esto puede lograrse mediante técnicas como la evaporación o la destilación al vacío, que eliminan el disolvente y concentran los componentes activos.
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