Para este tipo de fuelle, se sumerge un molde precalentado en PVC líquido. La película de PVC producida en el molde durante el proceso se templa en una cámara u horno continuo. El fuelle se extrae del molde con ayuda de aire comprimido y posteriormente se mecaniza.
Este material termoplástico se caracteriza por una elevada resistencia al envejecimiento y a los rayos UV y puede utilizarse a temperaturas comprendidas entre -30°C y +70°C. Se puede conseguir una buena resistencia al aceite y la grasa añadiendo material. Los colores estándar son negro, rojo, gris y amarillo.
Las ventajas de este método de producción residen en los costes relativamente bajos del molde en comparación con los moldes de inyección de dos o varias piezas. También se pueden fabricar piezas pequeñas de forma rentable.
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