Los fuelles resistentes al calor se utilizan, por ejemplo, en trenes de laminación, siderurgias y en la industria del vidrio. Protegen los vástagos de los pistones, los ejes y los husillos contra el polvo y las chispas.
Se utilizan tejidos resistentes al calor como Kevlar, Preox o también hilos de fibra de vidrio. Para conseguir la máxima resistencia mecánica, estos materiales pueden laminarse adicionalmente con papel de aluminio o recubrirse de silicona. Ni que decir tiene que sólo se utilizan materiales sin amianto.
Para su fijación posterior, estos fuelles también pueden ir provistos de cremalleras cosidas y cierres de velcro, así como de anillos de alambre interiores separables.
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