¡Tecnología y funcionamiento de última generación! En operación presurizada, un manómetro garantiza que la presión interna esté siempre como mínimo 1 bar por encima de la curva de presión del vapor. Debido al intercambiador de calor de menor tamaño, hay menos agua en circulación. Como resultado, se han reducido el tiempo de precalentamiento y el periodo de enfriamiento. Pueden seleccionarse varios tipos de bombas, desde bombas sumergibles que no requieren mantenimiento hasta bombas de acero inoxidable con acoplamiento magnético y bombas de alta eficiencia energética controladas por frecuencia.
de circuito simple y doble con sistema presurizado equipado con potentes bombas acopladas magnéticamente para rangos de temperatura graduados.