El moldeo por compresión utiliza el calor y la presión para dar la forma final al producto. Este método emplea una cavidad calentada y un mecanismo de prensa vertical para construir y mantener eficazmente el utillaje necesario.
El moldeo por compresión desperdicia menos material que el moldeo por inyección, ya que no se necesitan canales, bebederos ni compuertas para formar la pieza. En consecuencia, esta técnica produce un acabado superficial estética y funcionalmente superior. Por ello, es la técnica preferida para los componentes planos y curvos de gran tamaño.
La sencillez de las máquinas de moldeo por compresión y los bajos costes de las herramientas hacen que este proceso sea una opción atractiva para la creación de prototipos funcionales y la fabricación de tiradas cortas. Además, el moldeo por compresión es la mejor opción para cuando el material de la pieza utilizada es imposible de producir mediante otras técnicas de moldeo y se fabrican compuestos a medida.
Aplicaciones de moldeo por compresión
Electrónica
Este proceso se utiliza a menudo para fabricar interruptores, placas frontales y tomas de corriente.
Medicina y odontología
Muchas de las piezas de plástico y silicona utilizadas en la industria médica, como las máscaras de respiración y los tapones de jeringa, se moldean por compresión.
Bienes de consumo
La silicona también se utiliza en una amplia gama de productos de consumo, como utensilios de cocina, fundas de teléfono y accesorios de baño.