Para estos casos, ZENNER ofrece una solución inteligente con su sensor ultrasónico de flujo volumétrico.
Los sensores ultrasónicos de flujo volumétrico tienen la gran ventaja de que no hay partes móviles en el flujo volumétrico. Por ello, los contadores de calor por ultrasonidos son lo más insensibles posible a los depósitos en el medio medido y pueden funcionar de forma silenciosa y casi sin desgaste. Además, los contadores de calor por ultrasonidos pueden cargarse hasta el doble del caudal nominal, lo que garantiza una medición fiable y una larga vida útil de la unidad de medición. Pueden instalarse en cualquier posición, aunque no se permite su instalación por encima de la cabeza. El caudal del medio medido se determina mediante el método de diferencia de tiempo de tránsito. Para ello, se transmite una señal ultrasónica, una vez en la dirección del flujo y otra en sentido contrario. La señal se acelera en la dirección del flujo de volumen y se retrasa en contra de la dirección del flujo. A partir de la diferencia de tiempo de tránsito medida puede deducirse el caudal y de éste, a su vez, el volumen.
La información sobre el volumen se transmite al calculador térmico mediante impulsos electrónicos. Una característica de rendimiento particular de los sensores de flujo volumétrico por ultrasonidos de ZENNER es la supervisión automática. El equipo de medición electrónico supervisa continuamente las señales transmitidas por el sensor de caudal en cuanto a su calidad: el ensuciamiento de los sensores se registra inmediatamente.
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