Un prisma óptico es un objeto geométrico óptico transparente con al menos dos planos pulidos inclinados entre sí. La luz entra por un lado del plano y se refleja o refracta al pasar por el interior.
Los prismas de paloma son prismas de ángulo recto sin la parte superior. Pueden utilizarse para invertir la imagen. Pueden recubrirse por el lado en el que se refleja la luz para aplicaciones de detección óptica.
Los Prismas de Cristal Óptico de Techo en Ángulo Recto se suelen utilizar para prismáticos o cuando se requiere una desviación de la imagen en ángulo recto. La imagen se desvía de izquierda a derecha en lugar de arriba abajo.
El prisma de techo pentagonal desvía el haz 90 grados sin desviarlo de izquierda a derecha ni de arriba abajo.
El haz de salida generado por el prisma romboidal se desplaza del haz de entrada, pero no cambia la dirección del haz ni invierte la imagen.
Los prismas Porro (de configuración independiente o superior) se suelen utilizar para cambiar la dirección de la imagen. Suelen utilizarse como erectores en instrumentos ópticos con limitaciones de espacio, como binoculares, telescopios y microscopios. La amplitud del sistema porro dependerá de cuántos ejes se necesite cambiar la imagen Una aplicación interesante del prisma anamórfico es cambiar el tamaño del haz incidente. Esto se debe enteramente a la geometría del prisma (por ejemplo, el ángulo entre la superficie incidente y la superficie de refracción), más que al elemento de enfoque o al efecto de colimación en la lente. Los divisores de haz de vidrio óptico anamórfico suelen disponerse por pares para mantener el haz de luz propagándose a lo largo del eje óptico.
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